La supervisión de una operación de Tecnologías de la Información a gran escala es responsabilidad de Lori Beer, quien se desempeña como directora global de TI en JPMorgan Chase. Esta operación supera en tamaño a muchas empresas, involucrando a un equipo de 63.000 personas distribuidas a nivel mundial y un presupuesto anual de 17.000 millones de dólares, lo que equivale aproximadamente al 10% de los ingresos totales de JPMorgan el año anterior. A diario, se gestionan transacciones por un valor de 10 billones de dólares, lo que representa un número seguido de doce ceros, consolidando a JPMorgan como el banco más grande de Estados Unidos en términos de depósitos y clientes online.
La ejecución de transacciones bancarias a gran escala requiere la implementación de servicios masivos de infraestructura en la nube, centros de datos locales, infraestructura móvil y otras tecnologías digitales diversas. Esto implica una gestión cuidadosa y detallada para garantizar su correcto funcionamiento, seguridad y eficiencia.
«La tecnología impulsa el procesamiento a alta velocidad y en tiempo real en nuestro negocio de mercados, donde las fracciones de segundo son cruciales», dijo.
Para llevar a cabo este proyecto, es necesario contar con una considerable inversión económica para desarrollar tanto servicios front-end destinados a los clientes como servicios back-end para la empresa. Asimismo, se requiere la implementación de centros de datos locales y la utilización de servicios en la nube. Es fundamental establecer colaboraciones tanto con empresas emergentes que aporten innovación como con empresas consolidadas y fiables. Además, es imprescindible contar con un presupuesto operativo para el funcionamiento actual y un presupuesto de innovación que permita proyectar hacia el futuro.
Este caso de estudio resulta relevante para todos los Directores de Tecnologías de la Información, incluso aquellos cuyas organizaciones no alcanzarán la magnitud de JPMorgan Chase. Pueden extraer lecciones valiosas de las prácticas empresariales implementadas por esta compañía.
Seguimiento de un extenso ecosistema tecnológico
Según Beer la empresa maneja un volumen diario de transacciones de 10 billones de dólares, lo que ha resultado en un aumento en sus operaciones. Este crecimiento se relaciona directamente con las inversiones realizadas en tecnología, así como en el desarrollo de productos y servicios. Además, se destaca la importancia de la optimización constante de la infraestructura empresarial para maximizar su eficiencia.
La empresa está analizando el uso de la inteligencia artificial para mejorar la gestión y la experiencia del cliente, lo cual añade una capa adicional de complejidad a la que todo Director de Tecnologías de la Información debe enfrentarse en la actualidad.
«Las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial, están generando un conjunto completamente nuevo de costes relacionados con el volumen y la computación. Es importante destacar que nos apoyamos fuertemente en estas tecnologías», expresó.
Al hablar, muestra similitudes con el CEO de Amazon, Andy Jassy. Durante su gestión en Amazon Web Services, demostró un profundo conocimiento de la amplia gama de productos y servicios de la empresa, abordándolos con minuciosidad y precisión, como si tuviera ante sí una pantalla con la información correspondiente. De manera similar, Beer expone con fluidez el complejo ecosistema tecnológico de su empresa, detallando las diversas áreas que debe supervisar y conocer.
Uno de los aspectos fundamentales de su rol es la comprensión de la interrelación entre las diversas secciones de su presupuesto de Tecnologías de la Información, y cómo cada una incide en las demás al momento de desarrollar y gestionar la extensa infraestructura tecnológica del banco.
La implementación de la inteligencia artificial requiere estar en la nube, modernizar los datos y realizar acciones fundamentales. Esta afirmación ha motivado al banco a iniciar un proceso de modernización agresivo basado en una estrategia híbrida. Algunos servicios críticos se ejecutan en centros de datos especializados construidos por la empresa, mientras que otros se llevan a cabo en la nube con proveedores como Amazon, Microsoft y Google.
JPMorgan se aseguró de estar preparado para la inteligencia artificial generativa varios años antes de su popularización en el mercado. Esto implicó organizar su base de datos para trabajar con modelos de lenguaje de gran escala. Según una declaración, la empresa diseñó una estrategia de datos e inteligencia artificial hace más de tres años. Para alinear estas estrategias, se formó un comité operativo, considerando que las capacidades más avanzadas de gestión de datos se encuentran en la nube. De esta manera, la empresa logró anticiparse a las tendencias del mercado.
Establecimiento de sistemas resilientes
El establecimiento de sistemas resilientes es fundamental para garantizar la sostenibilidad y la capacidad de recuperación de una organización frente a situaciones adversas.
En el contexto de una infraestructura de Tecnologías de la Información (TI) amplia, resulta fundamental disponer de sistemas de control para facilitar su gestión. Para ello, es necesario establecer un marco y un procedimiento de trabajo específico para cada servicio ofrecido por la empresa.
Es clave considerar en primer lugar el contexto del estándar de resiliencia necesario para proporcionar un servicio esencial. En ocasiones, resulta más sencillo migrar a la nube aplicaciones o cargas de trabajo que no son esenciales. Por otro lado, para aquellas que requieren un alto nivel de resiliencia, es recomendable ejecutarlas en centros de datos altamente eficientes, efectivos y protegidos, según mencionó Beer.
Trabajar con ingenieros, desarrolladores y profesionales de TI implica asistirles en la comprensión del funcionamiento de la empresa y en el cumplimiento de estándares definidos. Se instruye a los equipos en la responsabilidad de gestionar presupuestos, seguridad, escalabilidad y eficiencia en el desarrollo de software y la utilización de la infraestructura, ya sea en entornos físicos o en la nube.
La empresa colabora con diversas empresas emergentes para incorporar sus innovaciones. Beer cuenta con un equipo especializado en la identificación de futuras tendencias significativas. Según él, la importancia radica en la magnitud y alcance de la empresa, lo que implica una constante vigilancia de nuevas empresas y su evolución. En todo momento, la empresa suele tener alrededor de 200 pruebas de concepto en curso. Beer enfatizó la importancia de seguir experimentando y aprendiendo para destacarse en su sector, ya sea en tecnología cibernética u otros ámbitos.
Según Beer, cada decisión debe estar orientada a la entrega de valor en un plazo determinado. Los proyectos de alta urgencia se sitúan en un rango de uno a tres años, mientras que aquellos que demandan un mayor tiempo para su ejecución abarcan un horizonte temporal de tres a cinco años. Entre estos últimos se encuentran tecnologías como la cadena de bloques, la inteligencia artificial y la computación cuántica, dado que la empresa busca obtener ventajas en términos de servicios ofrecidos y eficiencias logradas.
Es necesario realizar inversiones a corto plazo en áreas que generen valor, incluso en aquellas cuyo valor pueda ser incierto. Es fundamental mantener una perspectiva proactiva y equilibrada al asignar recursos a estas áreas.