El proyecto de la Cartera de Identidad Digital de la Unión Europea es una iniciativa ambiciosa que aún no ha recibido la debida atención, pero es digna de consideración debido a su potencial para generar impactos significativos en el futuro cercano.
El propósito es implementar un sistema de identidad digital universal para los ciudadanos. Según lo planificado, los ciudadanos europeos podrán adquirir y emplear de manera gratuita una billetera de identidad digital de la Unión Europea. Esto les permitirá acceder a diversos servicios públicos y privados, fundamentados en la verificación de identidad y la autenticación de otras credenciales almacenadas en una aplicación en sus dispositivos móviles.
Se prevé que los países de la Unión Europea lancen las primeras billeteras de identidad digital de la UE a finales de 2026, luego de la implementación de un marco legal relevante. Estas nuevas billeteras, que serán paneuropeas, se distinguirán de los actuales sistemas nacionales de identificación electrónica al ser reconocidas por todos los estados miembros.
Aunque los sistemas nacionales de identificación electrónica han estado en funcionamiento en algunos países europeos por un largo periodo, Estonia se destaca como un líder en identidad digital. A partir de 2021, los legisladores regionales se han propuesto establecer las bases para un sistema de identificación digital que opere en todo el mercado único de la región.
Por consiguiente, aunque no se implementará una aplicación de billetera única y universal en la Unión Europea para su uso generalizado, el propósito es instaurar un sistema en el cual diversas aplicaciones de billetera sean compatibles en todos los países de la UE, en consonancia con la misión del Mercado Único Digital de la región.
¿Una billetera de identificación digital de la UE para todo?
La conveniencia es una motivación evidente para la creación de la Cartera de Identidad Digital de la Unión Europea.
Los ciudadanos europeos tendrán la posibilidad de descargar una aplicación de billetera en sus dispositivos móviles, la cual les permitirá almacenar y compartir de manera selectiva credenciales clave para verificar su identidad o edad. Esta billetera digital servirá para realizar verificaciones de identidad tanto en entornos en línea como en la vida cotidiana, y funcionará como un repositorio seguro para documentos oficiales como licencias de conducir, recetas médicas, certificados educativos, pasaportes, entre otros. Además, se incluirá la capacidad de realizar firmas electrónicas.
La idea principal consiste en facilitar la gestión de documentos y recordar la ubicación de tarjetas bancarias.
Sin embargo, existen otros factores motivadores de naturaleza estratégica que deben ser considerados. En la actualidad, el valor de los datos en la era de la Inteligencia Artificial, que avanza rápidamente, ha sido reconocido. Las políticas que buscan reducir obstáculos y facilitar la circulación de información, aunque su efectividad pueda ser limitada en el contexto de la obtención de datos personales de los ciudadanos para fines como la suscripción a servicios nuevos o la realización de transacciones, se alinean con la estrategia política.
En el contexto de la Unión Europea, se observa un extenso y creciente marco normativo en el ámbito digital. En este sentido, la implementación de una identificación electrónica paneuropea se presenta como una herramienta sumamente beneficiosa. Por ejemplo, la adopción de ciertos aspectos del régimen de gobernanza en línea establecido por la Ley de Servicios Digitales (DSA) podría facilitarse considerablemente una vez que la UE logre establecer un sistema de identificación digital que sea «universal, seguro y confiable», tal como se propone con la Cartera de Identidad Digital de la UE. Este enfoque podría ser especialmente relevante en el contexto del acceso a sitios web con contenido para adultos, donde la verificación de la mayoría de edad a través de una identificación digital podría garantizar la privacidad de los usuarios.
En los últimos años, la política digital de la Unión Europea ha experimentado un importante impulso con el objetivo de suprimir obstáculos para la circulación y reutilización de datos, incluso a través de fronteras internas. Esto se logra mediante la creación de infraestructuras y normativas para los Espacios Comunes Europeos de Datos. La implementación de una identificación digital universal en la UE, que garantice la privacidad y autonomía de los ciudadanos, podría fomentar la disposición de los europeos a compartir más información, facilitando así el flujo de datos hacia estos espacios estratégicos.
En su Discurso sobre el estado de la Unión de septiembre de 2020, la presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, presentó un enfoque distinto sobre la implementación de la billetera digital, destacando los crecientes riesgos de privacidad para los ciudadanos que constantemente deben compartir datos para acceder a servicios en línea. La billetera digital aborda esta preocupación al permitir el intercambio selectivo de datos como característica principal. La UE asegura que el uso de la billetera seguirá siendo opcional para los ciudadanos, y destaca su capacidad para preservar la privacidad al permitir a los usuarios mantener el control y seleccionar qué datos desean compartir y con quién.
La Unión Europea podría beneficiarse de un enfoque que garantice la privacidad para desarrollar regulaciones digitales más detalladas. Según se ha mencionado previamente, este enfoque permitiría a los ciudadanos compartir su edad verificada sin revelar su identidad, posibilitando que un usuario de una aplicación de billetera acceda de manera anónima a servicios restringidos por edad. Bajo la Directiva de Servicios Digitales (DSA), la UE busca que las billeteras apoyen objetivos de gobernanza más amplios, lo que podría implicar la implementación de requisitos más estrictos de verificación de edad para servicios con contenido inapropiado para menores, una vez que la tecnología para «preservar la privacidad» esté disponible.
La Unión Europea ha debatido otros posibles escenarios de uso para la billetera digital. Uno de ellos sería en el contexto de alquiler de apartamentos, donde un ciudadano podría compartir información verificada sobre su historial de alquiler con un posible propietario sin revelar su identidad hasta la firma del contrato. Otro escenario sería el de una persona con múltiples cuentas bancarias en diferentes países de la Unión Europea, quien podría utilizar la billetera digital para simplificar las autorizaciones de transacciones.
Los servicios en línea deberán aceptar la credencial paneuropea, la cual se está posicionando como una alternativa europea a las opciones comerciales de identidad digital ya establecidas, como las credenciales de autenticación única proporcionadas por empresas tecnológicas de renombre como Apple y Google.
Desafiando el control de datos de las grandes tecnológicas
En este contexto, los legisladores del bloque están abordando las inquietudes acerca de la cantidad de poder que se ha transferido a las grandes empresas de plataformas, a raíz de la infraestructura digital fundamental que estas poseen y gestionan.
La adopción de la propuesta de Cartera de Identidad Digital de la Unión Europea por parte de la Comisión en medio de la pandemia de coronavirus no es una sorpresa, dado el interés en aplicaciones que puedan mostrar el estado de vacunación COVID-19 de las personas. La crisis de salud pública ha evidenciado una dinámica de poder asimétrica entre los legisladores y las grandes empresas que controlan la infraestructura de tecnología móvil. Empresas como Apple y Google tienen un papel determinante en la regulación de cómo se comparten los datos de notificación de exposición al COVID-19, llegando en ocasiones a anular las preferencias de los gobiernos.
Un concepto de billetera de identificación electrónica universal se relaciona estrechamente con la iniciativa de la Unión Europea de promover la digitalización como un medio para mejorar la economía. Más allá de las consideraciones de soberanía digital estratégica, se plantea que una identificación universal de la UE podría aumentar la eficiencia y la aceptación de los servicios en línea, impulsando así la productividad, siempre y cuando el sistema sea ejecutado de manera adecuada y sea confiable, y las billeteras sean fáciles de utilizar.
Sin duda, esa es una afirmación importante. Se presentan desafíos técnicos significativos para materializar la visión de la Unión Europea sobre el sistema de identificación universal.
La seguridad y la privacidad son elementos fundamentales en cualquier sistema de identidad y autenticación. La seguridad es esencial para el correcto funcionamiento de estos sistemas, mientras que la privacidad es crucial en la comunicación con los ciudadanos. Es necesario convencer a los ciudadanos para que utilicen las billeteras, evitando que el proyecto se convierta en un gasto innecesario.
La implementación deficiente representa un riesgo evidente, como se evidencia en la escasa adopción del sistema nacional de identificación electrónica defectuoso. Para garantizar el éxito de las aplicaciones de billetera, es crucial que sean tanto ingeniosas como fáciles de usar en todos los escenarios previstos, además de contar con altos estándares de seguridad y privacidad. Esto implica la necesidad de contar con un ecosistema completo de actores que respalden el proyecto, ya que de lo contrario los usuarios no se integrarán al mismo.
En el ámbito de la identidad digital, la competencia se origina en las propuestas de plataformas convencionales que ya están incorporadas, como por ejemplo, la opción de «Iniciar sesión con Google». Lamentablemente, la comodidad y la facilidad de uso suelen prevalecer sobre las inquietudes relacionadas con la privacidad en el entorno en línea.
La protección de la privacidad puede obstaculizar la aceptación de la propuesta. Tras la divulgación de la propuesta, surgieron dudas sobre la posibilidad de que la Unión Europea implementara una infraestructura de identificación universal, y algunos analistas mencionaron la posibilidad de un aumento del control social similar al modelo chino. Por consiguiente, resultará crucial para el éxito disponer de una arquitectura técnica confiable que resguarde los datos de los ciudadanos.
Disponible en 2030
La disponibilidad universal para el año 2030 es un objetivo crucial en el ámbito de la sostenibilidad y el desarrollo.
La puesta en marcha del sistema de Cartera de Identidad Digital de la Unión Europea ha sido el resultado de un extenso trabajo preparatorio que ha abarcado varios años. Sin embargo, aún restan numerosas pruebas, la definición de estándares y la ejecución de la implementación.
Hasta el momento, el bloque ha establecido un marco legal para las billeteras interoperables en la Unión Europea, específicamente la Regulación de Identidad Digital que entró en vigor en mayo de este año. Se está trabajando en el desarrollo de una arquitectura técnica segura, estándares y especificaciones comunes, sin embargo, aún no se ha establecido una caja de herramientas común de la UE. La Comisión ha publicado una referencia de arquitectura en GitHub, donde el código es de código abierto. La intención de la Unión Europea es que la infraestructura del ecosistema se base en estándares comunes para fomentar la confianza y la adopción.
El bloque participa en colaboraciones con la industria y las partes interesadas del sector público para llevar a cabo pilotos a gran escala con el fin de evaluar las especificaciones técnicas propuestas.
En los próximos años, es imperativo aumentar la cantidad de pavimento, mediante una serie de medidas de implementación que validen aspectos técnicos fundamentales. A pesar de la posibilidad de contratiempos, la Unión Europea ha lanzado una iniciativa significativa para garantizar una ejecución adecuada. Se estima que las primeras billeteras estarán disponibles en un par de años, sin embargo, se proyecta que el acceso universal al sistema para los aproximadamente 450 millones de ciudadanos de la UE no será una realidad hasta el año 2030.