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Mirando al futuro
El futuro de la inversión puede desglosarse en dos resultados fundamentales. El primero son las nuevas oportunidades de inversión para los inversores minoristas y acreditados. Entre ellas se encuentran las inversiones en mercados privados, la inversión sostenible y los activos anteriormente ilíquidos.
El segundo resultado es la mejora de los mercados. Las inversiones alternativas pueden romper las esposas que limitan los mercados minoristas a las acciones y los bonos. Las calificaciones ESG impulsadas por la IA pueden permitir una gestión del riesgo financiero más informada, y la tokenización de activos puede dar lugar a emisiones y operaciones más eficientes en los mercados de capitales.
La innovación no llegará sin obstáculos. Hay que convencer a los inversores minoristas y a sus asesores financieros de que las alternativas merecen los riesgos. El futuro de la ASG estará ligado a la claridad normativa de los gobiernos, ya que el lavado verde de las empresas no está siendo disuadido de forma efectiva en la actualidad. Y el fragmentado sistema financiero mundial no puede cambiar a blockchain de la noche a la mañana. Las instituciones financieras tienen que estar a bordo de la tokenización, e incluso las que lo están hoy en día sólo lo utilizan de forma experimental.
Las barreras pueden apuntar a un largo camino por delante, pero el hecho de que los actores financieros heredados estén haciendo movimientos ahora -al mismo tiempo que las plataformas fintech están madurando- son indicadores prometedores de hacia dónde se dirige la inversión.